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Colegio Francisco de Paula Santander IED Bosa

PEI "Hacia una formación Humanística e Integral para el siglo XXI"

Ejes Orientadores Foro Educativo

La propuesta de ejes busca dinamizar y generar reflexiones en torno a los distintos elementos involucrados en los procesos pedagógicos, además permiten identificar, proponer, compartir y proyectar ideas sobre lo fundamental y necesario para aportar a las transformaciones educativas y a la formación integral.

 

Las acciones y propósitos de este ejercicio reflexivo buscan promover ambientes de aprendizaje que tengan en cuenta la diversidad, la inclusión, la voz de la comunidad y de los sujetos; sin discriminación por la edad, el género, la cultura, la etnia, las historias de vida, las condiciones físicas y emocionales. Así, se reconoce la participación de sujetos que reflexionan sobre su ser y su quehacer con responsabilidad, cuidado, armonía, solidaridad, aquellos que en este tiempo de confinamiento han considerado su vulnerabilidad y su capacidad de resiliencia.

 

En este sentido, en el marco del desarrollo del Foro Educativo Distrital 2020 “Aprendizajes para la escuela del siglo XXI: de la pandemia a la transformación”, se contará con los siguientes ejes y preguntas orientadoras:

Formación integral,

capacidades y

competencias siglo XXI

¿Qué aprendizajes son necesarios desarrollar para afrontar los desafíos del siglo XXI?

 

¿Qué capacidades y competencias para el siglo XXI se deben fortalecer en la comunidad educativa para propiciar el desarrollo integral?

Ecosistema de aprendizaje

con enfoques

diferencial y territorial

¿Cómo se transforman los ambientes de aprendizaje para contribuir al cierre de brechas educativas?

 

¿Cómo fortalecer los vínculos socioafectivos y solidarios entre la escuela, la familia y el territorio?

Ejes y preguntas orientadoras

Primer eje: Formación integral, capacidades y competencias siglo XXI

En este eje se tendrán en cuenta aquellas conversaciones, reflexiones y experiencias significativas que promuevan las competencias y capacidades necesarias en los procesos curriculares de la escuela, de cara a la formación integral de ciudadanos y para afrontar los desafíos del siglo XXI. Así mismo, busca reflexionar sobre las experiencias vividas por los distintos actores de la comunidad educativa, de manera especial por los y las estudiantes; los cambios en las prácticas para dar respuesta a esas nuevas realidades educativas; y las alternativas pedagógicas para gestionar pacíficamente los conflictos y transformar la manera de relacionarse consigo mismo, con los otros y con el entorno.

 

• Elementos que permiten la comprensión del primer eje:

 

  • Formación integral (aprendizaje): se comprende como un proceso permanente y participativo que busca desarrollar armónica y coherentemente todas las dimensiones del ser humano (ética, cognitiva, afectiva, emocional, comunicativa, estética, corporal, social y política).

 

Desde un enfoque de equidad, la formación integral busca que niñas, niños, adolescentes y jóvenes desarrollen su autonomía, su capacidad de pensar, actuar y comprender su vida cotidiana y cuenten con las habilidades y competencias necesarias para recrear un proyecto de vida que movilice nuevas dinámicas en sus comunidades y territorios.

 

  • Enfoque por competencias y competencias del siglo XXI: implica reconocer que el aprendizaje y el desarrollo son continuos, progresivos y contextualizados. las competencias se conciben como un conjunto de conocimientoshabilidades, actitudes, comprensiones y disposiciones cognitivas, metacognitivas, socioemocionales y psicomotoras relacionadas entre sí, para facilitar el desempeño flexible, eficaz y con sentido en una actividad, o en ciertos tipos de tareas, en contextos relativamente nuevos y retadores (Vasco, 2013). Las competencias son movilizadoras de saberes, al comprender el saber cómo la acción que realiza el sujeto de hacer suyo y consciente lo que aprende, es decir, cuando tiene la posibilidad de capturar significativamente el conocimiento, para crear y reconfigurar la realidad a partir de ello, lo cual permite el desarrollo de procesos integrales, reflexivos y trascendentes que son evidentes en la acción y en contextos diversos. (SED, 2018).

  • Por su parte, las competencias del siglo XXI: ATC21s se asocian a competencias básicas, son dinámicas y permiten asumir retos, preparan para afrontar situaciones en contextos de significación diversos, tienen niveles de complejidad, facilitan el desempeño flexible eficaz y con sentido en actividades. Así, se busca que en y desde la escuela se propenda por encontrar los mecanismos y medios para su desarrollo en las siguientes:

  • Formas de pensar: resolución colaborativa de problemas, resolución de problemas, pensamiento crítico e innovador, pensamiento matemático, toma de perspectiva, innovación y creatividad.

  • Herramientas para ser parte del mundo: apropiación científica, oralidad, lectura y escritura y apropiación TIC.

  • Formas de vivir: autocontrol, liderazgo, conciencia social y cultural.

  • Formas de relacionarse con los demás: habilidades interpersonales e intrapersonales.En ese sentido, desde este eje es posible reconocer reflexiones y experiencias significativas sobre currículos que partan de la realidad, abiertos a la transformación y a la investigación permanente, para responder a dinámicas inter y transdisciplinares; currículos flexibles para aprender y transcender la situación actual, ajustarse a las expectativas, recuperar aquello que es importante aprender, transformar las prácticas cotidianas en el aula, en la casa, en las calles, en las localidades, en nuestra ciudad. Un currículo que reconozca la pluriversalidad y se cuestione sobre la pertinencia de la educación que reciben las niñas, los niños, los adolescentes y los jóvenes, según el contexto y saberes de su cultura.También tendrá en cuenta aquellas prácticas institucionales que muestren acciones desde los diferentes proyectos y ámbitos de la escuela, que potencien la formación del ser humano en su complejidad, sus capacidades, contextos y necesidades, que generen oportunidades para desarrollarse plenamente, en el marco de una educación para la vida y el desarrollo sostenible. Así mismo, aquellas propuestas educativas que implementen procesos de formación integral, participativos, constantes, reflexivos y en función de las condiciones que cambiaron la práctica educativa, apoyados por mediaciones pedagógicas intencionadas y contextualizadas.

Segundo eje: Ecosistema de aprendizaje con enfoque diferencial y territorial

Para ello, se promoverá el diálogo y se reconocerán experiencias significativas que generen alianzas estratégicas (organizaciones sociales, sector productivo, entidades de gobierno local y nacional, entre otras), que vinculen diferentes actores de la comunidad educativa para estructurar un ecosistema de aprendizaje y fortalecimiento de ambientes de aprendizaje, metodologías y evaluación; y promuevan la participación de las familias y de la comunidad en la construcción socioemocional y ciudadana, la creación de estrategias de diálogo intergeneracional y promoción de relaciones horizontales entre los distintos actores de la comunidad educativa, para la consolidación de entornos protectores y confiables.

 

Elementos que permiten la comprensión del segundo eje:

 

  • Ecosistema de aprendizaje: es un modo de educación basado en un enfoque ecosistémico, que da cuenta no solo de los estudiantes, maestros y familias, sino que moviliza la capacidad relacional de la institución educativa con las entidades sectoriales e intersectoriales, locales y distritales, con las comunidades y organizaciones sociales, y de aquellos aliados que comparten la realización de estrategias y recursos pedagógicos que dan soporte particular a los procesos relacionados con las líneas pedagógicas y los centros de interés, los eventos formativos, de circulación y gestión de conocimiento.

 

  • Participación: se comprende como un proceso social fruto de la acción consciente de individuos y grupos que buscan metas comunes, en función de intereses diversos y en contextos culturales, sociales y políticos concretos.

 

En la participación, distintos grupos sociales intervienen en la vida colectiva con el fin de mantener, reformar o transformar los sistemas vigentes de organización social y política.

 

Las formas de participación de las personas son múltiples y estas se evidencian en diversidad de espacios, actividades y grados disímiles de dedicación, tales como: i) las que están relacionadas con el funcionamiento de la vida cotidiana; ii) las que pueden surgir a partir de las interacciones sociales; iii) las que se relacionan con formas de reciprocidad que pueden crearse y cristalizarse a través de redes sociales, como formas de activismo y que posibilitan interacciones comunitarias de doble dirección (dar y recibir); y iv) las propias del asociacionismo estructurado, en las que las personas aportan de forma compartida su tiempo y su experiencia en grupos orientados hacia sus propios miembros o hacia la comunidad.

 

  • Territorialidad educativa: tiene que ver con las dinámicas, estructuras y demás procesos que se dan dentro de un territorio escolar. De esta manera, la territorialidad se designa como la relación de arraigo y/o apego a un espacio geográfico, es el vínculo producto de la interacción social.

 

El territorio se comprende como ese entramado de situaciones y experiencias que se demarcan en la participación

de la comunidad educativa y que posibilita a sus miembros ser parte de la construcción y generar alternativas pedagógicas de transformación pedagógica.

 

  • Enfoque diferencial: se enmarca en el contexto de los Derechos Humanos y es la base para la construcción de modelos educativos sin exclusiones, eliminando las barreras físicas, pedagógicas y actitudinales. En este enfoque, la diversidad es entendida como un elemento enriquecedor del proceso educativo, que favorece el desarrollo integral. El enfoque diferencial se considera una oportunidad para mejorar las condiciones de acceso y permanencia en el sistema educativo y la no discriminación. Promueve la inclusión real en una sociedad libre de discriminación, superando toda forma de exclusión y reconociendo el potencial que tiene cada uno de sus integrantes.

 

Con los elementos mencionados, desde este eje se promueven reflexiones, participaciones y experiencias significativas, que reconozcan el ecosistema educativo como factor fundamental para el logro de los aprendizajes necesarios para la vida y la educación ciudadana, con un profundo vínculo socioemocional (sexual, ambiental, ciudadano, político), que aporten a la convivencia, valoración, apropiación y cuidado por lo público; que acentúen la educación ambiental y demás proyectos y programas que contribuyan a la formación integral. También aquellas iniciativas de educación que promuevan diferentes estrategias didácticas, uso de las tecnologías, de los medios de comunicación, plataformas, el acompañamiento del ecosistema distrital de aliados y demás experiencias que apoyen los procesos educativos de las niñas, los niños, los adolescentes y los jóvenes desde lo urbano y lo rural.

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